jueves, 6 de agosto de 2009

¿Alguien vio el cielo del miércoles en la noche?


Sin la menor idea o por lo menos una original
se dispone la luna a posar con su blancura transparente y desnuda sobre la plenitud e infinidad del cielo tímido cubierto de nubes
abro los ojos,
me percato,
como siempre me percato,
que la canción le canta al humo
y que tal vez si estén enamorados,
y que juntos bailan
para mi .
y conmigo ..
a oscuras ...
tapándonos los ojos unos a otros
gritándonos a la cara de pánico con sonidos secos y ensordecedores
porque este estreñimiento de sentimientos sensatos me obliga a sentarme a observar
y quedarme callada...
ya no pienso... y quisiera de verdad seguir así...
los momentos de estupefacción comprimidos en pequeños lapsos de sonrisas de las que cualquiera puede dar
de las que a mi tanto me cuestan a estas alturas
porque aunque parezca raro,
no me se mi rostro humano de memoria
...porque realmente no me conozco...
y me siento a descifrarme la noche entera con una tasa de te de menta y un porro en la mano derecha
viendo al cielo como estúpida
como si la luna fuera a decirme algo de improviso o algo...

lunes, 3 de agosto de 2009

Senores, mi escritor favorito, Rony de la Cruz, mi hermano...

Imposible este relato diseccionado por mi lengua viperina, por estas patas que no son mas un medio de transporte fiable...
Ojala el sol supiera como secarme las palmas de las manos a medio día, el olor a meados y parque se confunde durante estas estaciones de cielo con canción de navidad... de recuerdos bajo la almohada, alomada, enlodada.
Chicharra y viento.
Colores en mañanas inconformes, SABORES EN LAS SABANAS DE MANZANA, mis meses en la pared y la noche bajo mi cama.

(Envolví al miedo entre parpados
Lo he dejado caer otra vez por la misma ventana, se ha lanzado contra mí ser empedernidamente lucido y conciente, se devora mis sueños, ha matado al recién resucitado).

Hijo: la muerte en vida no es un ideal ni una quimera... es parte de la mala capacidad que nos ha regalado la indolencia y la desnudez de la vergüenza; así solo ahumamos este deseo de carecer de estructura sólida.

(Querer diluirse en atardeceres color Prozac, hacer la vida añicos para reordenar este indiferente concepto que ha despertado mi quebradiza y platinada realidad).

Esto no es una queja.
E s t a t a r d e s e
e
s
c
u
r
r
e
s i n c l e m e n c i a . . .