la luz se alejaba del mar de Livingston
que no dejaba de gritar su nombre
La voz le llamaba como "Play" de grabadora
que reclamaba su cuerpo como suyo
una fuerza gravitatoria lo sumergía en un no se qué que ni él entendía
La arena siempre termina en el mar
se revuelva con las olas
pero siempre toca la orilla
no se queda
no se estanca
siempre lista para saludar el amanecer

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